AUTOESTIMA

Autoestima a la luz del pensamiento positivo “Estimar” significa valuar, juzgar, conjeturar, apreciar. Por tanto, cuando decimos “autoestima” estamos refiriéndonos a la valoración y concepto que tenemos de nosotros mismos.
Según sean estos referentes, serán nuestras posibilidades reales de disfrutar la vida sintiéndonos a gusto en la propia convivencia.
Porque solo deviene real, para nosotros, aquello que enfocamos con la atención de nuestra mente.
Es una buena costumbre ampliar, periódicamente, nuestro foco de atención porque él solo representa un recorte limitado de la realidad total. Esto es lo que podría llamarse “Ego”.
Lo mismo sucede cuando intentamos filmar algo. Si dejáramos estática la lente en un solo lugar, la película resultaría casi una imagen congelada monótona e improductiva ya que nos estaría mostrando siempre el mismo aspecto y nuestro conocimiento quedaría reducido a ella. Estaríamos desaprovechando la función para la cual ha sido creada: captar la diversidad y reflejar la verdad de lo que es.
Nuestra mente ha sido creada en virtud de un diseño dinámico e ilimitado. Quiere decir, por un lado, que solo puede funcionar adecuadamente sí vamos renovando los registros e imágenes de su memoria. Y, por otro, que las opciones entre las que podemos elegir son infinitas siempre. Por tanto, si hay algo que nos resuena negativo de nosotros mismos, sepamos que tenemos permanentemente a nuestra disposición una amplia gama de ideas, imágenes y conceptos positivos que lo pueden reemplazar de inmediato en claro beneficio de la propia valoración.
No hay más secreto que esta verdad: Somos libres para pensar lo que decidimos pensar en todo momento. Nadie nos obliga a creer lo peor de nosotros mismos. No estamos condenados a padecer de baja autoestima. Somos libres para escoger el perfil de lo que queremos ver, pensar, sentir, hacer y ser.
Ante cualquier circunstancia, el desafío es adoptar una posición mental firme, clara y constructiva para poner en acción todo el potencial disponible y sentir que la vida es un juego de ingenio a través del cual vamos madurando nuestras emociones y abriendo nuevos caminos de realización positiva.
Solemos pensar repetitivamente: “no puedo más…” “esta situación me está matando…” “no sé que me pasa…” “siempre me sale todo mal” “la vida se me hace cada vez mas pesada…” “me cuesta perdonar…” “me siento culpable por no saber cómo ayudar a…” etc
Todos estos pensamientos incluyen una idea central: “no me creo capaz de…”, fiel representante de la insuficiente calificación personal ó baja autoestima.
La receta del éxito es simple y consiste en transformar el aspecto pesimista del pensamiento básico en su opuesto: “YO SOY CAPAZ de…”,según nuestros ejemplos: “…resolver esta situación” “…saber que me pasa” “…que me salgan las cosas bien” “…vivir la vida con alegría y facilidad” “…poder perdonar” “…saber ayudar al otro”, etc.
Te estoy proponiendo recordar que tenés, permanentemente, a tu alcance el poder de elegir un trato amoroso y próspero contigo.
Un decreto rendidor en sus frutos que te sugiero practiques diariamente: “ME AMO, ME APRUEBO Y ME ACEPTO COMO SOY PORQUE YO SOY Y SóLO MANIFIESTO LA PERFECCIÓN DIVINA”.
Elegir el pensamiento amoroso siempre es trascender las limitaciones de tu ego para alcanzar la realidad de tu verdadero Ser; vivir en la Luz de tu Esencia y crearte resultados extra-ordinarios para el bien de todos. Om Shanti Om.